Un buen despido significa considerar a las personas que se despiden y a las que se quedan. Significa mantener su dignidad independiente de las razones del despido. El ciclo es siempre el mismo. Carta aviso, pre-finiquito, RRHH, notario y pago de la indemnización. Los anunciantes hacen su tarea con un speach corto y que pese a las preguntas, no se salen del libreto. No es hora de feedback, para eso habrá tiempo otro día y en otro lugar.
Hasta ahí todo bien, pero qué pasa cuando no se planifica el día y la hora, la logística, el cierre de la cuenta, el retiro del computador y del teléfono, la comunicación al resto de la organización y a los clientes/proveedores e incluso la entrega del cargo.
El daño puede ser enorme para la persona, la organización y también a los stakeholders.
Si bien las frases de rigor son: …“Nunca hay un buen momento para dar una mala noticia” …“Nunca una mala noticia es bien recibida”…“Todo lo que se haga, siempre será considerado poco para los afectados”… “Nunca es posible dar suficientemente bien una mala noticia”…mis años de experiencia me indican que hay cosas que se pueden hacer mejor.
Ejemplos de malas prácticas; Por qué dejar esperando al empleado hasta que le entreguen la carpeta? Por qué hacerlo esperar varios días para firmar el finiquito y darle su indemnización? Por qué no ofrecer inmediatamente rescatar la información personal que tiene en el computador o el teléfono? Por qué no ofrecer transferir el número de teléfono? Por qué no dejar un espacio para que se despida de sus compañeros? Por qué no confiar y aceptar la oferta de una entrega formal de su trabajo? La lista sería interminable y muchos de éstos son «gratis» para las empresas.
Otro problema para el que despiden es saber qué pasa cuando le piden referencias. Propongo que si las referencias que daré como jefe no son buenas, entonces es mejor advertirlo y que el empleado despedido no se lleve sorpresas.
También por parte del desvinculado hay obligaciones imprescindibles que son independientes de cualquier emoción positiva o negativa respecto del empleador o del jefe. Son deberes profesionales que afectarán el futuro. Algunos consejos prácticos:
- Dejar todo ordenado y entregado. Ordene su trabajo, carpetas y archivos. Informe los pendientes y sobre todo, siga siendo el profesional que siempre ha sido.
- Acordar el Argumento de Salida con el jefe. Ya fue despedido, ese es el hecho primordial, ahora lo que corresponde es acordar la respuesta a la pregunta que los futuros empleadores y también los head hunters siempre hacen ¿por qué lo despidieron? La respuesta puede ser perjudicial para el futuro o bien, objetiva respecto a las verdaderas motivaciones. La realidad concreta es que ya FUE despedido. No se puede pretender que la jefatura mienta o falte a la verdad, pero si que se ajuste a hechos y no a sentimientos.
Dejo la inquietud porque a pesar de que un despido es traumático…hay tiempo para hacer las cosas bien y ambas partes son responsables.